La guerra cibernética se ha convertido rápidamente en un aspecto crítico de los conflictos militares modernos. La interconexión del panorama digital ha hecho posible que los adversarios apunten no solo a los sistemas informáticos, sino también a la infraestructura física y al personal que depende de ellos. Este artículo explorará las consecuencias de la guerra cibernética en zonas de guerra y otros entornos de alto riesgo, utilizando el ejemplo del seguimiento de las unidades de artillería ucranianas por parte del grupo "Fancy Bear".

Fancy Bear y la artillería ucraniana

Fancy Bear, también conocido como APT28, es un grupo de ciberespionaje ruso patrocinado por el estado que ha estado activo al menos desde 2008 (Mandiant, 2021). El grupo es conocido por apuntar a organizaciones gubernamentales, unidades militares y proveedores de infraestructura crítica en varios países, incluida Ucrania. En 2016, investigadores de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike revelaron que Fancy Bear había comprometido una aplicación de artillería ucraniana, utilizada para apuntar y controlar el fuego (Alperovitch, 2016). El malware, denominado X-Agent, se usó para rastrear la ubicación de las unidades de artillería ucranianas, así como para filtrar comunicaciones confidenciales y datos de telemetría. Esto proporcionó a las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania información en tiempo real sobre el movimiento y posicionamiento de las unidades de artillería ucranianas, lo que probablemente resultó en un aumento de las bajas y la pérdida de equipos.

Consecuencias de la guerra cibernética en zonas de guerra

El ejemplo de Fancy Bear destaca varias consecuencias de la guerra cibernética en entornos de alto riesgo:

a. Aumento de bajas: el seguimiento de las unidades de artillería ucranianas probablemente condujo a una selección de objetivos más precisa por parte de las fuerzas respaldadas por Rusia, aumentando el número de bajas entre el personal militar ucraniano. Además, la pérdida de la seguridad operativa puede poner a los soldados en mayor riesgo de emboscadas y otros ataques.

b. Pérdida de equipo: el comprometiemiento de la aplicación de artillería ucraniana permitió a los adversarios apuntar y destruir equipo militar valioso de manera más eficaz. Esto no solo reduce las capacidades de combate de las fuerzas armadas, sino que también impone costos financieros significativos para reemplazar los activos perdidos.

c. Socavando la confianza en la tecnología: La infiltración exitosa de la aplicación de artillería ucraniana erosionó la confianza en la seguridad de la tecnología militar. Esto puede conducir a una reducción de la confianza en el uso de aplicaciones similares, lo que podría comprometer la eficiencia y la eficacia operativas.

d. Escalada del conflicto: los incidentes de guerra cibernética como el ataque Fancy Bear pueden contribuir a la escalada de los conflictos, ya que fomentan los ciberataques de represalia y aumentan las tensiones entre los adversarios.

Mitigación de los riesgos de la guerra cibernética en entornos de alto riesgo.

Para reducir las consecuencias reales de la guerra cibernética en zonas de guerra y entornos de alto riesgo, se deben considerar las siguientes estrategias:

1. Implementar medidas sólidas de ciberseguridad: las organizaciones militares deben priorizar la seguridad de sus infraestructura, incluido el uso de cifrado fuerte, autenticación multifactor y segmentación de red para proteger sistemas y datos confidenciales.

2. Realizar evaluaciones de seguridad periódicas: las evaluaciones de vulnerabilidad y las pruebas de penetración periódicas pueden ayudar a identificar las debilidades potenciales en los sistemas y las aplicaciones, lo que permite a las organizaciones abordarlas antes de que puedan ser explotadas por los adversarios.

3. Desarrollar capacidades de inteligencia de amenazas cibernéticas: comprender las tácticas, técnicas y procedimientos de los adversarios potenciales puede ayudar a las organizaciones militares a anticipar y defenderse de las amenazas cibernéticas.

4. Fomentar la cooperación internacional: la colaboración con aliados y socios internacionales puede ayudar a compartir conocimientos y recursos, mejorando la postura general de seguridad cibernética de las organizaciones militares en entornos de alto riesgo.

Conclusión

El ataque Fancy Bear contra unidades de artillería ucranianas demuestra las consecuencias reales de la guerra cibernética en zonas de guerra y entornos de alto riesgo. Al comprender estas consecuencias e implementar estrategias para mitigar los riesgos, las organizaciones militares pueden proteger mejor a su personal, equipo y capacidades operativas de la creciente amenaza de la guerra cibernética.

*Publicado originalmente en "Proelium Law LLP".